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Día Mundial sin Tabaco


El tabaco es, según la OMS, "una de las principales causas de defunción, enfermedad y empobrecimiento". La define como una de las mayores amenazas para la salud pública que ha tenido que afrontar el mundo. Y es que los datos son claros: (julio 2015).

· El tabaco mata hasta a la mitad de sus consumidores. Casi 6 millones de personas al año.

· Cada año, además, mata a más de 600 000 no fumadores, expuesto al humo del tabaco ajeno.


Todos conocemos, gracias a las diferentes campañas de los últimos años, cómo afecta el tabaco a nuestro cuerpo, pero ¿cómo nos afecta a nivel psicológico? Este es uno de los grandes elefantes de los cuales evitamos hablar, ya que es mucho más sencillo atribuirlo todo a lo puramente físico.


Los psicólogos, diferenciamos hasta 6 tipos de fumador, dependiendo del motivo por el que se fuma. Esto quiere decir que no todo es dependencia física a la nicotina, y que no a todas las personas les ayudará de igual forma las medidas físicas para ayudar a la deshabituación del tabaco como parches, pastillas, chicles, sprays ...


Hay fumadores que encuentran en el tabaco una fuente de estimulación. Utilizan el tabaco como "muleta" pata mantenerse despiertos o concentrados. Otros lo utilizan por la satisfacción de mantener sus manos ocupadas. A nivel manipulativo puede llegar a ser satisfactorio. Encontramos también aquellos que emplean el tabaco como fuente y/o aumento del bienestar, reducción de las emociones negativas, como costumbre y aquellos en los que la dependencia psicológica es significativamente mayor a la física.



El Control y el Engaño


Debemos partir de la base de que fumar es una adicción peligrosa, ya que controla y engaña al fumador. La persona cree que recibe placer al fumar cuando en realidad lo único que hace es autoengañarse. Todos sabemos que el tabaco provoca problemas cerebrovasculares, cardiopatías, problemas en el tracto digestivo, etc pero pocos saben que cuando fumamos aumenta la presión arterial y el ritmo cardiaco, por lo que no aplacamos más que una situación que nosotros mismos nos hemos creado.


Con esto me refiero a esas personas que, estando en una reunión, miran el reloj cada minuto esperando ansiosos el momento de poder salir a fumar. Cuando por fin salen y encienden su cigarrillo, dicen experimentar una liberación, tranquilidad, ... en definitiva, una descarga de esa ansiedad, que por otra parte ellos mismos se han creado al centrar su atención en el momento de salir a fumar en lugar de centrarse en la reunión. Atribuyen la sensación de liberación al cigarrillo en lugar de atribuirse la ansiedad a ellos mismos.



Cuando haya otros Problemas Asociados


En este caso será necesario e imprescindible primeramente solucionar y/o controlar estos otros problemas, y me refiero a trastornos como son la depresión, drogodependencia o alcoholismo entre otros, por ser los que más comúnmente se detectan en consulta cuando alguien acude para recibir ayuda para dejar de fumar.


Con esto no quiero decir que todas las personas que acuden buscando apoyo para dejar el tabaco tengan depresión u alcoholismo, pero es algo que en un pequeño porcentaje se da y ha de ser tenido en cuenta.


Así mismo, es importante también elegir el momento. Seamos claros, buen momento para dejar de fumar no lo será nunca si buscamos pretextos para que no lo sea. Entonces, ¿cuándo es buen momento? Cuando la persona valore y decida que lo es y esté dispuesto a ello. ¡Con convicción!



Cómo dejar de Fumar


Cuando el fumador entiende y acepta que el acto de fumar está en su cabeza, cuando logra identificar el control al que es sometido, consigue dejarlo en pocos días. Así de simple, así de complicado.


Asistir a charlas masivas de hipnosis no será efectivo, ponerte todos los parches del mundo no será efectivo, tomar lo último de lo último en medicación para dejar el tabaco no será efectivo, fumar cinco cajetillas de tabaco seguidas no será efectivo, reducir gradualmente el número de cigarrillos no será efectivo, cambiar de marca no será efectivo, ... nada lo será sin antes aceptar e interiorizar esto.


Dejar de fumar puede ser tan fácil o tan difícil como tú quieras que lo sea. Posicionando el tabaco en el lugar de prioridad que tú le quieras dar, revisando tu lista de prioridades dentro de tu mente.


No es tan difícil como muchos dicen. Merece la pena quitarte ese enorme elefante de encima, ¿no lo crees?




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